Marcado por las llagas de Cristo crucificado- de las heridas a la vida....
San Francisco, que recibiste los estigmas en la Verna, el mundo tiene nostalgia de ti como icono de Jesús Crucificado.
Tiene necesidad de tu corazón abierto a Dios y al hombre, de tus pies descalzos y heridos, y de tus manos traspasadas e implorantes.
Tiene nostalgia de tu voz débil, pero fuerte por el Evangelio.
Ayúdenlos a liberarse también de las estructuras de pecado, que oprimen a la sociedad actual.
Reaviva en la conciencia de los gobernantes la urgencia de la paz en las naciones y entre los pueblos.
Infunde en los jóvenes tu lozanía de vida, capaz de constatar las insidias de las múltiples culturas de muerte.
A los ofendidos por cualquier tipo de maldad concédeles, Francisco, tu alegría de saber perdonar.
A todos los crucificados por el sufrimiento, el hambre y la guerra, ábreles de nuevo las puertas de la esperanza.
Amén
De la oración de Juan Pablo II
a San Francisco en la Verna